miércoles, 28 de diciembre de 2011

Un año sin CNN+

Llegué a la redacción y alguien dijo: ¿Sabes que cierra CNN+ y en su lugar ponen Gran Hermano 24 horas? Analizando la pregunta (leedla otra vez, por favor), simplemente no la creí. Pensé que era broma. Más cuando supe que el cierre sería el 28 de diciembre. Inocentes. Somos el país en el que Telecinco es líder de audiencia por las tardes, de acuerdo, de la pandereta, de acuerdo. Pero eso sería demasiado, joder. Os lo habéis tragado. No quise darle más vueltas. Pardillos.

Resultó ser verdad. La pardilla era yo.

Pero creo que no fui la única que el 28 de diciembre, ya después del cese de emisiones, se quedó mirando la pantalla, ya con la sintonía de Gran Hermano, esperando que algo pasara.

De esto, hace hoy justo un año.

Pero oye, ¿cómo fue posible? ¿por qué? ¡Si todo el mundo veía CNN+! ("Sí Lucía, sí. Lo mismito que La 2"). En el último Café&Periodismo del año (un evento que tiene lugar de cuando en cuando, organizado por Millán Berzosa y Barbara Yuste, que reúne a plumillas con el objetivo primordial de que se desahoguen debatiendo -y al que os recomiendo ir si nunca lo habéis hecho-) se intentaron buscar explicaciones:

-"Fue un error comercial".
-"Las cifras de audiencia no llegaban al 0,7%"
-"CNN+ hacía la función de informativo 24 horas. Eso ahora lo hace twitter"
-"Se había convertido en una cadena para periodistas, no puedes pretender que la gente se trague comparecencias de hora y media, por muy en directo que sea".
-"Prisa solo apostaba por Cuatro".

La conclusión, para todos, muy parecida: Había sido una pena.

¿Y qué pasó con los periodistas? Unos recolocados en Cuatro, otros en Telecinco, otros en La Ser. La mayoría, recolocados en el paro.

Y ahora, ADN va y cierra. Otros 60 se quedan sin trabajo.

Nos vamos a la mierda, compañeros.

Estoy pidiendo a gritos una manifestación de plumillas.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Celebrando la Constitución

LUNES. La funcionaria que necesito no puede atenderme. Está de puente. Luego luces. Bolsas. Coches. Gente. Prisas por comprar, comprar, comprar, comprar. Atascos al andar. Iros. No hacen caso, me voy yo. Al estar volviendo veo a Manuel que, sentado en el banco con el cartón de vino, no tiene prisa. Se le cruza un gato negro. Otra vez. "Ocho veces van ya", grita, para que le oiga quien quiera oírle.

MARTES. Están 'okupando' edificios. No, no, no trabajo. Estoy de puente frustrado. Pero lo retuiteo, por si sirviera. Coches, gente, luces, al centro de nuevo. Ups, olvidé el móvil. No pasa nada, presumo de memoria bebiendo cerveza. Al volver, no hay nadie. Demasiado tarde. Demasiado frío. No veo a Manuel ni al gato. Estoy borracha.

MIÉRCOLES. Escribo cartas que no mando. Porque no se las merecen o porque estaría feo. Prefiero bailar salsa que ir a la piscina. "Brillante alumna", dice el cubano. Sonrisas. He practicado en casa, pero no se lo digo. Vuelvo y sigo escribiendo. Pero ya no son cartas, es un proyecto secreto. Veo fotos de mí misma, feliz e indocumentada. Lloro un poco. Hoy fumo mucho. Pero solo después de cenar. ¿Qué hora es? Las tres y media. Los ojos duelen.

JUEVES. Manu Chao me acompaña en el desayuno. Mama está contenta. Y yo más. Leo lo que escribí ayer. "Menuda pedazo de mierda". Lo borro sin contemplaciones. Voy casi corriendo en el Metro, hasta que recuerdo que no tengo prisa. Entonces camino despacio. En el centro, otra vez luces, coches, gente. Compras. Cristo no os ama, ¿de verdad no os dáis cuenta? Entro al cine, gran película. Al volver, Manuel mantiene una acalorada conversación con el gato negro.

VIERNES. Trabajo. Estudio la LO 5/2000 y sus posteriores modificaciones -7/2000, 9/2000, 15/2003 y 8/2006-. Creo sinceramente que la ley del menor no tiene secretos para mí. Lamento lo poco que esta sociedad valora ese conocimiento. Siesta. Salimos, suena salsa. Pienso en el cubano, pero no bailo. Compro tabaco. Vuelvo en taxi, estoy borracha. Y al llegar a casa, joder qué guarrada sin tí. Y al día siguiente...

SÁBADO. Ibuprofenos, con ese. Frente al espejo, no me gusta lo que veo. Casi nunca me gusta. Voy a comprar. Imposible más gente, imposible. Desesperación. Baldomera ha empeorado. Le pregunto que si tiene frío y que qué le duele, pero no quiere hablar de eso. Quiere hablar de cuando vivía en el pueblo. Y de eso hablamos. Volviendo veo al gato. Está solo, comiendo de un cuenquito hecho con papel Albal.

DOMINGO. Paso la mañana escribiendo un recurso para que la funcionaria que necesito lo flipe mañana. Hago referencia a tres leyes distintas que sospecho no conocerá. Practico salsa, con mi compañera de piso y la música a todo volumen, en la habitación. Creo que a los vecinos de abajo no les hace feliz nuestra nueva afición. Hoy, por fin, reconozco lo mucho que me jodió que Ricky Martin fuera gay. Pero ya está. Superado. Lucía: empieza tu nueva vida. Aunque bueno, estoy borracha.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Por hache o por be

Dicen que Ortografía siempre se suspende "por hache o por be". De ahí la expresión. Sin embargo, las haches y las bes no son tan conflictivas como nos enseñaron. No crean polémica. Están superadas. Otras letras y reglas gramaticales ocasionan pequeñas discusiones lingüísticas con mucha más frecuencia. Aquí un par de ejemplos:

Ejemplo número 1:

-Tía, estoy rallada.
-Querrás decir que estás rayada, con i griega.
-No, no, rallada es con elle.
-Yo me rayo con i griega, claramente.
-Que no hombre, no te equivoques... vamos a ver el diccionario.
(segundos después)
-"Rallar: 2. tr. coloq. Molestar, fastidiar con importunidad y pesadez".
-Ya pero eso es cuando alguien te ralla a ti. Cuando te están molestando. Tú te refieres a que estás rayada de estar dándole vueltas a la cabeza a algo. Como cuando un disco se raya de oírlo muchas veces.
-Eso no viene en el diccionario.
-Hay muchas cosas que en el diccionario no vienen, eso es así.
-Bueno vamos a ver. En 'rayar' la décima acepción dice: "prnl. coloq. Arg., Chile y Ur. enloquecer (? volverse loco)".
-Pero eso en todo caso será en Argentina, Chile y Uruguay. Esto es España. Además, tú no quieres decir que estés enloqueciendo, simplemente que estás pensando mucho en algo y no sabes qué hacer. No hay ninguna acepción que diga que rayarse es comerse la cabeza.
-No sé... 
-Es que la palabra rallar de la manera que tú la quieres utilizar no existe. Quiero decir, sí que existe, pero es lenguaje vulgar que no viene en la RAE.
-¿Y entonces?
-Que lo escribas como te salga del higo.
-Pero yo quiero escribirlo bien.
-Pero vamos a ver. ¿Cuándo tienes que escribir eso? No lo irás a poner en ningún artículo...
-¿Quién sabe? A lo mejor sí. A lo mejor un día lo tengo que escribir y quiero que esté bien.
-Pues arriésgate. Además, todo el mundo tiene faltas. Todo el puto mundo. Hasta los que  creen que no tienen faltas, tienen.
-Vale pero a ver, en conclusión yo creo que si alguien me ralla a mí es con elle, pero si yo me rayo sola es con i griega.
-Suscribo.
-Pues eso.
-Pues muy bien.
-Pues bueno. Y... ¿qué te pasaba?

Ejemplo número 2:

Cinco redactores trabajando a destajo.

-Una pregunta, ¿Reyes Magos es con mayúscula o minúscula?
-Con mayúscula.
-Qué va, con minúscula.
-¿Qué pasa con los Reyes Magos?
-Nada que estoy escribiendo la noticia de que el Ayuntamiento se carga todas las cabalgatas de los distritos menos cuatro.
-¿La de Fuencarral también?
-No, es una de las cuatro que sobrevive, tranquila.
-Reyes Magos no puede ser con mayúscula porque hasta rey de España es con minúscula.
-¿Y eso que tiene que ver?
-Que los cargos son en minúscula.
-Si Gallardón no recortara en cabalgatas no estaríamos hablando de esto.
-Los Reyes Magos no son un cargo, ese es el nombre. Tiene que ser con mayúscula. Fijo.
-Los nombres son Melchor, Gaspar y Baltasar. Su cargo es el de reyes magos, con minúscula.
-Que no hombre que no. Reyes Magos es el nombre del conjunto de reyes.
-No tiene sentido.
-Yo lo escribiría en minúscula.
-Preguntemos a la Fundéu. Y a la RAE.

(Vía twitter contestan rápido)

-Nada, las dos coinciden en que es con mayúscula. Pero no explican por qué.
-¿Véis?
-Pero no lo entiendo. No tiene sentido. ¿Son los Reyes Magos más importantes que el rey Juan Carlos?
-Claro que sí. Los Reyes Magos le gustan a todo el mundo. Juan Carlos no.
-No sé... mi lado republicano está en conflicto con mi lado ateo.
-Es que deberían ser con minúscula.
-No, porque es el nombre del conjunto, como ya he dicho.
-Es como si dices Ratoncito Pérez.
-Pero ahí sí está claro que es el nombre.
-O Blancanieves y los Siete Enanitos.
-Ahí si que no. Siete enanitos es con minúscula, ¡hombre!
-Pero si te refieres a esos siete en concreto creo que...

Sale el jefe e interrumpe la discusión:

-¿Nadie tiene pensado trabajar hoy?

Silencio.

-Pues veniros al despacho que os enseño unas fotos de mi nieta.

... Y si el jefe nos dice "ven", lo dejamos todo.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Lucía y el sexo

Y entonces se fue.

Ese es el final de una larga, interminable, historia. Antes pasaron muchas otras cosas. Todo empezó cuando… ¿perdón? Ah, ¿que no les interesa? No, no, no. Esperen. Solo estaba intentando hacer un flashback de esos. Les prometo que hay sexo. Acción, aventura, riesgo. Misterio. Pasiones, desdichas. ¿Aún no? Muchísimo sexo. No, no. Solo la parte del sexo no vale. Si lo quieren saber, tiene que ser todo. ¿No tienen tiempo? Siempre con las malditas prisas. Qué vidas más ajetreadas, permítanme que les diga.

Está bien, me debo a mi público. Contemos la parte del sexo, viciosillos. La primera vez fue muy especial. Pongamos que fue, no sé, en noviembre. ¿Qué? Oigan, cálmense. Vale, vale, voy directamente a los polvos salvajes. Allá vamos.




En realidad me da reparo. Esas cosas no las cuenta una, ¿no? Son personales y tal. Ya, ya, ya. Siempre estoy contando cosas personales. Expongo en público mi vida privada, ya, ya lo sé. Y a nadie le importa, ya, ya. También lo sé. Bueno pero yo que sé. Tampoco sean tan negativos. A lo mejor hay alguien que se entretiene. Y tampoco es en público en público. No sé, es en Internet. Ese ente. No le doy la brasa a nadie. Quien quiera puede irse. ¿Cómo? Ah sí, el sexo. Disculpen que me disperse.

Me he metido en un jardín del que no se salir (“En qué jardines te metes, hija”, “qué razón tienes, mama”) Al principio de la entrada parecía una buena idea. Quería subir las visitas. No me digan que el titular no tiene gancho. Los titulares con palabras golosas convierten a sus noticias en las más leídas del día. Soy absolutamente consciente de que hubo alguien que pinchó esperando encontrar fotos de Paz Vega desnuda. Por ellos, por ustedes, voy a colgar un enlace directo a Google Imágenes. (Aquí lo tienen)

Ahora la decepción es menos, ¿no?

Porque, sí, lo han adivinado. No voy a hablar de los recuerdos de mi vida sexual. Me gustan demasiado como para compartirlos. Insúltenme si quieren (pero recuerden que ustedes fueron los que no quisieron escuchar la parte no sexual de la historia, yo estaba dispuesta a escribir cosas interesantes). Pueden hacerlo en los comentarios. Yo ahora, como este es mi blog, dejo de escribir, cojo y me voy.

Besitos.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Frutas Virginia

Como necesitaba dinero, fui a pedirlo al banco. A La Caixa. Me dijeron que sí, que me lo daban, pero que A CAMBIO “podría” contratar un seguro. "¿Y qué me dais vosotros A CAMBIO de tener domiciliada aquí mi nómina desde los 18 años?", pensé. "¿Qué  seguro?", dije. "Un seguro de vida", contestaron. "Tengo 26 años, soy soltera, sin hijos... no tiene mucho sentido", repliqué. "Ya...", dijeron. Nos miramos durante un par de segundos. "No me voy a hacer un seguro de vida por un adelanto de 500 euros que sabéis, QUE SABÉIS, devolveré la semana que viene", argumenté. "Putos rastreros", pensé. "Vale... pues por lo menos hazte un seguro dental, son 10 euros al mes", contraatacaron. “Y tu nómina no es tan alta como para que te hagamos un descubierto porque sí”. Ahí no les faltó razón. Mi nómina no es tan alta. Mi nómina no se merece nada. Así que firmé, pensando que no lo quería seguir pensando. Estamos en crisis.

Como me había hecho un seguro dental que incluía limpiezas bucales gratis, llamé para pedir cita. Cuando me dieron la dirección de la clínica, enmudecí: Joaquín Costa, 35. "¿Sabes dónde es?", dijo la que contestaba el teléfono. "Sí, sí, sí. Sé dónde es. Gracias".

El día de la cita, cogí el Metro hasta Nuevos Ministerios, aunque sabía que República Argentina quedaba más cerca. Pero Nuevos Ministerios es línea directa. Y QUERÍA subir por Joaquín Costa. Al principio no quería creer lo que creía estar viendo desde el principio. Pero sí, si era, sí. Justo después de la piscina municipal. El local donde tantas horas pasé de niña jugando a ser frutera y leyendo tebeos, ahora era un Marco Aldany. Un puto Marco Aldany de mierda.

Como ya estaba allí, me asomé. Lo único reconocible era la escalera vieja, ahora nueva, con forma de caracol. Lo demás, todo lo demás, era distinto. Ya no había nada. Donde antes estaba la cámara de frío, ahora había cabinas de depilación. Lo demás no pude identificarlo siquiera. Como si Frutas Virginia, "muy buenas para conservar la línia", nunca hubiera existido.

Como llegaba tarde al dentista, seguí subiendo. Al rato, con la boca abierta y una sensación horriblemente desagradable en las encías, recordé mi escondite secreto, los pedidos por teléfono, los viajes a Mercamadrid -para comprar género-, los viajes en Metro hasta la ‘frute’ -de cuando la línea 10 era la 8 y la estación Santiago Bernabéu se llamaba Lima-. Los sábados por la mañana atendiendo a clientas con ganas de conversación, los delantales azules, "la mejor fruta de todo Madrid". Recordé a Paco, a Toño y a Williams. A Martín. A Martín cantando, a Martín contando chistes, a Martín contando historias de cuando la guerra y explicándome lo que eran los ‘rojos’. Y a Rufina, su esposa, que era muy mayor pero tejía jerseys. Recordé a papa. Y cuando jugábamos a que él venía a comprar fruta y yo se la vendía a precio especial, pero todo muy profesional, como si no nos conociéramos. Y cuando me daba 200 pesetas para que fuera al quiosco, a comprar tebeos o cromos, por haber ordenado las cajas. Y cuando íbamos hacer los repartos por el barrio de El Viso, que es “una zona de ricos, de millonarios”, pero “muchísimo peor que Fuencarral, dónde va a parar”. Y cuando me explicaba las diferencias entre una golden, una reineta y una starking. Y recordé lo divertido que era subir y bajar el toldo con la manivela. Yo era la encargada del toldo.

Y como lo recordé todo, me enfadé. Porque Frutas Virginia cerró porque dejó de vender suficiente. Porque los nuevos vecinos del barrio –‘pijosdemierda’- empezaron a comprar la fruta envuelta en plásticos en el Corte Inglés de un poco más abajo. Cerró y tiempo después supimos que allí habían puesto un bar. Eso aún podía aceptarlo, los bares, qué lugares, son muy nuestros. Pero Frutas Virginia no podía ser un Marco Aldany. Eso NO PODÍA SER.

Salí del dentista con mucho dolor. De boca -¿cómo pueden hacer tanto daño estos malditos sacamuelas?-, de cabeza -demasiadas horas al día delante del pc- y de corazón. Pasé de nuevo de la República Argentina y volví a parar ante la franquicia peluquera. "9,99 euros lavar, cortar y peinar", rezaba un cartel. Ni siquiera tenían toldo, los muy cutres. La ira, entonces, se apoderó de mí. Y pensé en vengarme, como Sabina, a pedradas contra los cristales. Pero no había piedras por allí.

Así que... no tenía otro remedio más que carraspear, repetidas veces, haciendo el ruido ese que tanto asco da, hasta acumular un buen 'gapo'. Y lo escupí con todas mis fuerzas sobre los putos carteles-oferta. Y después bajé toda la calle corriendo, con tacones.

Y solo cuando ya estaba en el vagón, línea 10 dirección Fuencarral, lloré sin consuelo.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Igual que si fuera un sueño

Antes de que existiera la piratería (de copias y descargas de contenidos digitales ilegales, no de bandolerismo marítimo, que se me entienda) las tiendas de música tenían tirón. Ir a Madrid Rock por ejemplo, en Gran Vía, molaba. CD, casetes y vinilos compartían estanterías. Eran los 90. (Ahora el local lo ocupa un Bershka, tienda de ropa para adolescentes propiedad de Inditex).

Una tarde de 1995, de paseo por el centro, nos llevó mi madre a ver la tienda. Se estilaban por entonces las filas de auriculares donde podías escuchar las novedades del momento. Ali, mi hermanita, estaba cansada, se puso protestona y, para evitar probables llantinas, la pusimos a escuchar un disco cualquiera. Como media hora estuvo la niña con la misma canción allí solita. Dio la casualidad que era la más famosa de Ketama, cuyo estribillo dice:

No estamos locos
que sabemos lo que queremos
vive la vida
igual que si fuera un sueño
pero que nunca termina
que se pierde con el tiempo
y buscaré, oye pero buscaré

La niña, con cinco años, se lo aprendió. Para qué quisimos más. Primero días, después semanas, cada día cantaba ( y bailaba) mañana, tarde y noche el 'no estamos locos'. "Yo quiero el disco de Ketama", "Ketama es mi grupo favorito", repetía.

Ahora, que ya se ha hecho un poco mayor y Ketama no es su grupo favorito, está de Erasmus en Roma. Por lo que se ve tiene tiempo libre y se ha hecho un blog. Me he acordado de esta historia al ver el título:

Igual que si fuera un sueño 

 FOTO: Ali, con 21.

Por cierto, consiguió el disco.

martes, 1 de noviembre de 2011

Qué malas son

 
Mi experiencia personal me dice que cuando un grupo de gente debate sobre la violencia machista SIEMPRE SIEMPRE SIEMPRE hay algún listillo que dice: "También hay muchos hombres maltratados y la ley no los trata igual". Inmediatamente después te comenta un caso que recuerda haber visto en algún sitio -nunca tiene muy claro dónde- y después te habla de un amigo suyo que fue herido en lo más profundo de su ser por una novia que era "muy mala" (Las mujeres somos malas por naturaleza para la conciencia popular española, eso es así. Lo cual que no deja de ser curioso sabiendo que el número de delincuentes varones es abrumadoramente superior en todos los tipos delictivos. Aún así, nosotras somos más malas y más retorcidas -adjetivo muy utilizado para calificarnos-, qué le vamos a hacer).

Pues bien. Aprovecho la libertad que me da este blog, que es mío y solo mío, para mandar a todos esos listillos a hacer puñetas. Y para pedirles que por favor dejen ya la historia del hombre ese que una vez fue maltratado, que ya me la sé. Que no la niego, de verdad que no. En esta ocasión, y solo porque me apetece y sin que sirva de precedente, voy a dar argumentos.

El año pasado 71 mujeres fueron asesinadas por sus parejas o ex parejas en España. No fueron insultadas ni humilladas ni heridas en lo más profundo de su ser. Fueron apuñaladas, asfixiadas, disparadas, degolladas o golpeadas hasta la muerte. No sabría decir cuántos hombres corrieron la misma suerte, si es que hubo alguno. He buscado y no he encontrado. Lo que sí he visto son cifras sin contrastar que no se sabe muy bien de dónde salen y foros de gente que se pregunta por qué lo medios -y el Gobierno- ocultan esta información. A ellos les digo que hay muchas cosas que criticar a los medios, pero una de ellas no es la ocultación de asesinatos. En los periódicos esas historias se cuentan. Doy fe.

El 28 de diciembre de 2004, con Zapatero como presidente, se publicó la ley de medidas de protección contra la violencia de género. Define esta violencia en su primer artículo "como manifestación de la discriminación, situación de desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres, se ejerce sobre éstas por parte de quienes sean o hayan sido sus cónyuges o de quienes estén o hayan estado ligados a ellas por relaciones similares de afectividad, aún sin convivencia". Deja claro que es una ley hecha para proteger a las mujeres de los hombres, sin viceversa.

Fue -y aún es- muy criticada. Hay quien dice que es anticonstitucional pues va en contra del artículo 14 de la Carta Magna (Los españoles son iguales ante la Ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión...). Perfecto, PERO: ¿Sabéis lo que es la 'discriminación positiva'? En otros países se estila mucho y en este no tanto. Son mecanismos políticos y jurídicos para buscar la igualdad real, efectiva, no solo sobre el papel. Son medidas que dan atención preferencial a aquellos grupos con menos oportunidades. Podríamos decir que es un remedio corrector de injusticias. Sin estas medidas, me río a carcajadas del artículo 14 de la Constitución.

La norma de 2004 pretende luchar CONTRA EL MACHISMO. Porque este país es machista y mucho. El deber de los legisladores es paliar de alguna manera esa disfunción. Por supuesto deben ser condenadas las mujeres que maltratan a sus parejas. En el Código Penal se encuentran tipificados los diferentes delitos (lesiones, agresiones, homicidios o lo que sea). Y pagan por ello. De acuerdo también en que no parece de recibo que cada varón imputado sea condenado como representante o heredero del grupo opresor. Pero no creo yo que los hombres deban poner el grito en el cielo porque haya medidas que nos favorezcan a nosotras. De verdad que no.


-Iguales somos

sábado, 29 de octubre de 2011

Felicidades

El día que Juan cumplía 49 años le hicimos una pancarta con toda nuestra ilusión donde ponía ¡¡FELICES 50!! Se alegró mucho. Le dijimos que era una cifra muy redonda y muy importante, y sonrió. Al rato, confesó que, en realidad, cumplía 49. Y era verdad. Ni a Ali ni a Angelines ni a mí nos habían salido las cuentas.

El día de su muerte, vino un médico a casa a rellenar un parte de defunción, a dar fe del fallecimiento. Me preguntó su edad y yo, entre lágrimas pero convencida, respondí: "55 años". Poco después, el sanitario me corregía: "según su DNI tiene 54". Contrariada, hice un cálculo rápido y, efectivamente, el doctor tenía razón.

"Mucha carrera, muchos libros, mucho inglés, mucho periodismo y mucho todo y luego eres un desastre, hija". Pues sí papa, ya lo sabes. Pero lo que no se me olvida (y nunca se me ha olvidado) es que hoy es 29 de octubre. Y el 29 de octubre es tu cumpleaños. Felicidades padre. Sean 55 o 56.

viernes, 21 de octubre de 2011

Historias del Metro de Madrid (vol. I): La chica que olía a crema

Viernes. 19.30 horas. Nuevos Ministerios. Último vagón de un moderno tren de Metro. Una chica lee, otra, enfrente, juega con su móvil. Junto a ella, un hombre resuelve sudokus. Se abren las puertas y entra una tercera chica. Los tres pasajeros levantan la vista. La miran pero, sobre todo, la huelen. Porque la tercera chica huele... a crema. Muchísimo. Tal es el olor que roza el escándalo. Los otros tres se miran.

La primera chica piensa que ese olor igual es tóxico. Imagina la infección, y posterior muerte, de su compañera de asiento. ¡Pobrecilla! ¡Qué final más triste y absurdo! Se compadece. Y piensa, aunque le da 'angustia', en la piel, cayéndose a tiras, de la olorosa. La primera chica reconoce que tiene un punto de hipocondria. Y que ha estado viendo House últimamente.

La segunda chica se lleva las manos a la nariz. Necesita recordar a qué huelen las personas cuando no huelen a crema. Lo consigue y se siente más aliviada. Aún así, aguanta la respiración a intervalos de diez segundos. No puede concentrarse en otra cosa. Hace rato guardó el móvil.

El hombre de los sudokus no sabe si ese olor es o no es normal, pues hace tiempo que no mantiene relaciones con mujeres. En cualquier caso, se arrepiente de no haberse duchado esa mañana y se avergüenza un poco. Después vuelve a su tarea.

La tercera chica, la que huele a crema, sabe que algo sucede. Se siente observada. Se siente olida.

En el Metro pasa de todo. Un compañero, buen periodista y mejor fotógrafo, ha captado con su Canon muchas historias. Pequeñas historias que son, al fin y al cabo, las historias que cuentan. Aquí su blog: http://jnadalesfoto.wordpress.com/ *Javier Nadales

martes, 18 de octubre de 2011

Run

Después de pasar una mañana hablando con una refugiada somalí de mi edad, me he sentido asquerosamente privilegiada. Nacidas el mismo año, el mismo mes. En países diferentes.



Su historia, aquí:
http://www.madridiario.es/2011/Octubre/canal-social/208693/centro-refugiados-getafe-cear.html01

15 de octubre. Vuelve a lucir el Sol.

 #putohelicóptero

 Gran petición:



¿Es posible el cambio? Ganas, por lo menos, hay.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Una observación a Espido Freire

Se la tenía guardada de hace tiempo. Concretamente, desde el 15 de mayo de 2011, día que, por casualidad llegó a mis manos la siguiente columna:
  
En B

El mendigo de la panadería se instala allí alrededor de las nueve. Es un gitano de Rumanía, con la boca trufada de dientes de oro y una gorra de tweed. Ha invertido poco en herramientas: un cartón plastificado con fotos de niños y un vaso de cerveza, de plástico. "Muchas gracias, mucha suerte", grita, mientras persigue a los transeúntes con una energía notable. A las dos finaliza su jornada. Cambia la calderilla por billetes en el bar, pide un bocadillo, que siempre alguien le compra y recoge a su mujer, que trabaja dos esquinas más abajo. Los domingos, o si llueve, no se presenta. 

Ayer una anciana le dio una gran bolsa de ropa, trajes de caballero, en su mayoría. Él rebuscó, cogió dos pantalones bastante raídos. El resto apareció desperdigado en una manzana próxima.
Me resulta incomprensible la mezcla de culpa y paternalismo por la que le dan limosna. Raro es el día en el que no cambia 60 o 70 euros, pese a la competencia del nigeriano de La farola, y del acordeonista ruso, que convierten un paseo por la calle en una gincana. Libres de impuestos, de tasas, de seguros sociales. Entre las promesas electorales que buscan que el dinero B, el mercado negro de trabajo, aflore, ¿meterán mano a estos mendigos? ¿O a las decenas de miles de prostitutas y proxenetas, un sector en auge? ¿O, como es de prever, serán autónomos y empresas quienes, vampirizados de nuevo, soporten cargas fiscales nuevas? 

Y no, no me pidan que sienta lástima o compasión por él. Su modelo de negocio es mucho más rentable que el mío. 

Dos días antes, había sido publicada por el periódico ADN en su contraportada. La columna me indignó, por múltiples y evidentes motivos. Con su autora, Espido Freire, coincidí el otro día en un congreso. Y, como ya he dicho, se la tenía guardada.


Pasar, lo que se dice pasar, no pasó nada. Ella participó en una mesa redonda sobre el papel de los medios de comunicación para prevenir el maltrato familiar de padre a hijos, Yo tomaba nota, para escribir después una noticia. Al terminar, un sonoro aplauso. Quise acercarme después, pero mi jefe, presentador de la mesa, ya había pedido un taxi para volver, corriendo, al trabajo. Al llegar a la redacción, releí el texto que tan poco me gustó en su momento. Volvió a no gustarme. Así que escribí a la escritora, tratando de ser educada:

Escribo este correo esperando que usted, Espido Freire, lo lea. Seré breve. Ayer la vi, durante la celebración del Congreso Internacional 'Padres e hijos en conflicto' que organizó Javier Urra. No quise ser maleducada, pues estaba usted redeada de personas, así que no me acerqué a decirle lo que ahora mismo me dispongo a escribir.

Hace tiempo lei una columna suya titulada 'En B'. Supongo que la recordará, por si acaso me he tomado la molestia de recuperarla, buceando en internet: (Aquí copio y pego la columna)

Bueno, básicamente, lo que sentí al leer esta columna fue ardor de estómago. ¿Puede la ganadora de un premio Planeta escribir semejante barbaridad? Sí puede, por lo visto. Es un artículo que no solo fomenta el racismo, sino también el desprecio hacia los que viven en la calle. Etiqueta cruelmente a uno de los sectores más machacados por la sociedad. Usted ayer dijo que hay gente que habla sin saber, refiriéndose a un debate en la radio sobre anorexia. Pues bien, creo que cuando usted escribió esta columna, lo hizo sin saber, basándose en los estereotipos. ¿Qué sabe usted de la vida de la mayoría de gitanos que vienen de Rumanía?

También dijo ayer que nunca había tenido ningún tipo de problema para publicar sus columnas. Que nunca había sido censurada. Pues bien, bajo mi punto de vista, esa columna jamás debería haber sido publicada en ADN. Nunca. No se qué pretendía conseguir con ella, a parte de ganarse el aplauso de muchos intolerantes que viven en Madrid.

Nada más, tenía que decirle esto.

Un saludo, 

Lucía de la Fuente Crespo

Sorprendentemente, un par de días más tarde, Espido me respondía:


Estimada Lucía:

Gracias por su amable email. Este artículo, efectivamente, despertó reacciones muy encontradas. Algunas similares a las que usted sintió. Otras, entre ellas las de las personas de mi barrio, completamente contrarias. A algunos les pareció una canallada. A otros, un artículo valiente. 


Niego de manera radical que fuera un artículo racista.  Describo lo que una persona, en este caso gitano rumano, hace a la puerta de mi casa. Podría ser sueco. Podría ser español.
Sigo creyendo que falta valor para abordar el tema de la mendicidad y de la prostitución. Reconozco que me indigna la tranquilidad con la que algunas personas se mantienen al margen de la legalidad mientras otras realizan un esfuerzo que casi les lleva a la ruina por mantenerse dentro. Me parece injusto. Intento ser coherente con lo que pienso, y lamento mucho que mi opinión le afecte de esa manera tan negativa y dolorosa.

Un artículo de opinión expresa precisamente eso, una opinión. No es un estudio. No es una verdad absoluta.Es posible que sepa más de lo que usted cree de la situación de los gitanos rumanos, y en particular, de esta familia gitana rumana. Sea como sea, no pretendo defenderme, ya que no me siento atacada. Muchas gracias por su opinión y reciba un afectuoso saludo. 


Pues eso. Agradecí su respuesta, para qué negarlo, aunque siguen sin convencerme sus argumentos ¿De verdad puede decirse que esta columna no es racista, no discrimina y no etiqueta? ¿De verdad refleja la realidad de la gente que pide en las calles de Madrid? ¿De verdad? ¿Pueden publicar los medios alegremente este tipo de columnas? ¿Es ADN igualmente responsable?

jueves, 15 de septiembre de 2011

Amsterdam (otra vez)

A Amsterdam se debe ir al menos una vez al año. Por salud. Por allí estuve en agosto.

domingo, 11 de septiembre de 2011

La foto de la serpiente

Estaba yo en Marrakech, en la plaza de Jma el Fna, paseando y haciendo fotos, cual vulgar turista. Me topé con una cobra y le hice una foto, sin más (una, que no está acostumbrada a ver cobras en las plazas). La foto en concreto fue esta:
Inmediatamente, el propietario del reptil me alcanzó, me agarró del brazo y me exigió dinero por la imagen. Tuvimos una conversación -en una mezcla de árabe-español-inglés-francés- en la que traté de explicarle que todo aquello que se encuentre en una vía pública puede ser fotografiado (siempre y cuando no sean menores y tal). No le convenció mi argumento, en absoluto, porque la cobra era suya y él cobraba por las fotos. Y punto. Me ofreció entonces otra, esta vez cogiendo a otra serpiente que tenía por ahí guardada. Vale, me haré la valiente, pensé. Y entonces pasó esto:

Al final me cayó simpático y le di una generosa propina. Y yo conseguí una foto donde parece que estoy encantada de la vida:
Todos contentos.

viernes, 9 de septiembre de 2011

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Ahmadou Sadio Diallo

Tenía que escribir, para clase, un comentario sobre una famosa sentencia de la Corte Internacional de Justicia (CIJ). Empecé. Era sobre el caso de Ahmadou Sadio Diallo, un guineano multimillonario que residió 32 años en Zaire, hoy República Democrática del Congo. Ahmadou poseía dos compañías de contenedores de petróleo y transporte. Durante la guerra que terminó con la dictadura de Mobutu el empresario fue, sin razón, arrestado y despojado de sus propiedades. 15 años después, en noviembre de 2010, la CIJ dictó sentencia a su favor.



Al empezar a escribir sobre el tema traté de buscar en medios de comunicación españoles algo de información. No encontré nada. Si tenemos en cuenta que los derechos vulnerados fueron los de un hombre rico y la justicia actúo 15 años más tarde de que se produjeran, con cierta probabilidad los del resto de habitantes no sean ni siquiera tenidos en cuenta. Una realidad (muy triste) que pasa desapercibida en el mundo Occidental.


*Si alguien está interesado en el tema que me escriba.

sábado, 20 de agosto de 2011

JMJ. Día 5: Vendetta

Señora Aguirre, señor Gallardón, señor Zapatero:

Sepan ustedes que me voy a vengar. La injusticia vivida en mi ciudad esta semana parece no tener límites. La inmunidad ante la ley de los chicos de la mochila es intolerable. Varias ordenanzas municipales prohíben pasear sin camiseta por la calle, hacer botellón, acampar en pleno Paseo del Prado o reventar manifestaciones legales. Pero si llevas una camiseta amarilla, verde o roja con el logotipo de El Corte Inglés estás salvado. No habrá multa para ti, ni siquiera un triste porrazo -tan de moda últimamente-.

Señora Aguirre, señor Gallardón, señor Zapatero:

Exijo explicaciones. Una mínima disculpa aunque sea. Un "perdonen las molestias". Algo. Les aviso de que mi venganza ya ha comenzado. Hoy de momento me he colado en el Metro. Y la cosa no va a quedar ahí. No es por amenazar pero... ¿Quién sabe de lo que soy capaz? ¡¡Buah hahahaha!!

PD: Ayer finalmente tardé hora y cuarto en llegar a Chueca desde Recoletos. La parte buena es que controlé mi ira y charlé con un par de peregrinos sobre el calor infernal de Madrid (omitiendo la palabra infernal, eso sí). La mala que vi en directo pasar al señor Ratzinger en papamóvil lo que desencadenó en un lamentable espectáculo de lloros y excitación a mi alrededor para el que, psicológicamente, no estaba preparada.

viernes, 19 de agosto de 2011

JMJ. Día 4: Atrapada entre peregrinos.


Por suerte o por desgracia trabajo junto a Cibeles. Desde el punto de vista de cobertura de informaciones está muy bien, pues la mayoría de sitios donde en Madrid se producen noticias quedan al lado. Si el Real Madrid celebra un título, si una huelga general corta la Castellana, si el movimiento 15-M acampa en Sol o si Gallardón o Aguirre dan una rueda de prensa, estamos a un paseíto.

La visita del papa tiene muchos actos en la zona, lo que viene bien para empaparse del ambiente y mal para entrar y salir de la redacción. Ayer permanecí una hora atrapada entre peregrinos en la Puerta de Alcalá. No tenía escapatoria alguna. Le pregunté a una policía que había por allí cómo volvía a mi casa puesto que Cercanías estaba cortado, el Metro también, los autobuses no llegaban y andando no me permitían cruzar. La solución de la funcionaria fue: "No puedes hacer nada, te tienes que esperar".

No quise resignarme, así que no me quedó más remedio que abrir paso entre la muchedumbre maldiciendo y entre gritos de "¡yo no quiero ver al papa, déjenme pasar!". Menos mal que iba acompañada de una compañera con más talante que yo. Tras media hora de empujones, llegamos a un punto donde una valla ya no permitía el paso. Cuatro voluntarios se encargaron de dejárnoslo bien claro. Al ver nuestra cara de angustia -a mi me temblaban las piernas, me faltaba el aire, sospechaba que iba a morir aplastada- tuvieron la deferencia de avisar a un policía. El policía se acercó, con pocas ganas. Tras varios intentos inútiles, sacamos a relucir la frase que de tantos apuros nos saca: "por favor, somos periodistas". "Ah", respondió el madero. ¿"Y por qué no lo habéis dicho antes?". Una vez le enseñamos la acreditación nos permitió salir de aquella ratonera. ¿Y si no hubiera sido periodista? ¿Obligatoriamente habría tenido que quedarme a ver cómo el señor Ratzinger cruzaba la Puerta de Alcalá?

Ahora tengo miedo. Voy a salir del trabajo destino Chueca. Sin embargo, a la misma hora es el Via Crucis en la Castellana. Tengo que cruzarla, no sé muy bien por dónde. Eso sí, esta vez carné de prensa en mano. Deseadme suerte.

Os dejo una foto de Gustavo San Miguel.


jueves, 18 de agosto de 2011

JMJ. Día 3: La juventud del papa

Ayer no puede escribir en el blog la crónica del día 2 de la JMJ. Sí conté sin embargo la manifestación laica en el periódico donde trabajo (y a través del #17A en twitter).(http://madridiario.es/2011/Agosto/canal-social/206368/marcha-laica-jmj-atea.html02). Lo que allí viví me hizo sacar parte de lo peor de mí. Odio, tirria, intolerancia. Quería que los jóvenes del papa se fueran de la que en aquel momento consideraba 'mi' plaza en 'mi' ciudad. Sentía impotencia al ver cómo la Policía protegía a los católicos peregrinos, diciendo así sin decir quiénes eran para ellos los buenos y quiénes eran los malos. ¿Protegerles de qué? Nadie iba a hacerles ningún daño. Impotencia también sentí al ver la superioridad moral que creen poseer los seguidores del señor Ratzinger. Presumiendo de una supuesta bondad que no deja de ser un ejercicio de hipocresía multiplicado por cien mil. Esa actitud de soberbia entre chavales tan jóvenes asusta.

Podría enumerar cada una de las incongruencias de la Iglesia Católica pero creo que ya son de sobra conocidas (¿Cómo una religión que predica la humanidad, el perdón, la misericordia y la igualdad entre todas las personas puede condenar al fuego eterno a homosexuales, putas, abortistas, apostatas y ateos? ¿Cómo si predican la humildad su jerarquía vive entre oro?).

Pero no, hoy ese no es el tema. Prefiero hablar de los fans de Benedicto que son los que abarrotan Madrid. "Esta es la juventud del papa", gritaban ayer chicos y chicas de no más de 20 años desgarrándose la garganta en Sol. Tienen toda la razón. Son ellos. A lo que yo añado: "Afortunadamente solo del papa". Porque la juventud del papa es la juventud aborregada, la que se deja llevar, la que parece no pensar por sí misma, la que no cuestiona. La que hace lo que le dicen. La que dificulta el progreso, la que va contra la libertad. LA JUVENTUD QUE NO CAMBIARÁ EL MUNDO. Lo bueno es que son la minoría.

Yo hoy prefiero acordarme de esta otra juventud:



"La juventud siempre empuja,
la juventud siempre vence,
y la salvación de España
de su juventud depende".
 Miguel Hernández.

martes, 16 de agosto de 2011

JMJ. Día 1.

Madrid, invadida de Neds Flanders. Los peregrinos pueden entrar gratis a los museos, solo pagan el 20% del Metro, les abrimos los polideportivos y colegios para que duerman, les hacemos descuento en los bares, cortamos las calles del centro, les regalamos nuestros parques. Encima, como somos muy educados, les respondemos a sus 'holas' y sonrisas permanentes. Sin embargo, ellos critican las leyes de nuestro país: matrimonio homosexual, aborto, muerte digna.

Mi paciencia tiene un límite. MAÑANA TODOS A LA MANI LAICA. 19.30 horas. Tirso de Molina.


FOTO: Juan Luis Jaén/ Madridiario

miércoles, 10 de agosto de 2011

De cómo una noticia que es mentira se convierte en Trending Topic

En clases de Periodismo se supone que te enseñan a contrastar la información. A algunos parece que se les olvida. Resumo los hechos:

Ayer por la tarde un fotógrafo del medio para el que trabajo dice que ha visto en el BLOG -no periódico- Madrilonia una noticia que denuncia que en las bibliotecas municipales de Madrid no se puede entrar a las páginas del 15-M. Tras la sorpresa e indignación, a una servidora se le encarga comprobarlo. La censura sería grave. Una servidora -y su jefa- lo comprueban. ¿Cómo? Primero llaman a dos bibliotecas. Dos personas de confianza -una de ellas de confianza extrema- se encuentran físicamente en dos de ellas. La primera en la Eduardo Úrculo, de Tetuán. Accede a las páginas mencionadas sin problemas. La segunda en la José Saramago (junto a la Vaguada). También accede a la primera.

Por si acaso, la servidora que escribe llama a los sindicatos. En UGT dicen "primera noticia que tengo. Si fuera así, sería un escándalo". Con esta información, la noticia queda descartada. No hay noticia. La conspiración de Gallar contra el 15-M en las bibliotecas públicas no parece cierta, pese a lo goloso del tema.

Ahí queda la historia. Hasta esta mañana. El País lo da a bombo y platillo. Las fuentes que se citan son Madrilonia y una trabajadora que dice que lo leyó en Madrilonia (:P) y que tampoco se podía ver una página "de una asociación cubana". Aún así, en twitter lo peta. Miles de indignados se indignan aún más porque no pueden acceder a páginas del 15-M desde una biblioteca pública -con razón, por otra parte-. Probablemente ninguno de ellos está en una biblioteca. Desde el Ayuntamiento se dice que a veces hay blogs y páginas concretas que dan problemas. Y eso es verdad, pero esa queja viene de hace meses, no veo el por qué hay que vincularlo al 15-M.

Y luego... los políticos (y sus portavoces), que tampoco se han pasado por ninguna biblioteca y prefieren hablar de los problemas de la informática y así. Que la han cagado. A alguna portavoz que otra le ha debido caer la bronca. Probablemente en alguna biblioteca de Madrid haya dado error al intentar acceder a alguna web del 15-M. De ahí a hablar de censura hay un trecho. No seamos gilipollas.

lunes, 1 de agosto de 2011

Las playas de Cádiz

He estado una semana de vacaciones por la costa de Cádiz. Visitando pueblecitos y sobre todo playas, muchas playas. Me llevé la cámara e hice fotos a varias horas del día. Cuelgo unas cuantas. Son en Conil de la Frontera, Caños de Meca, Tarifa, Zahara de los Atunes, El Palmar, Barbate... No necesariamente en ese orden :)


Por cierto, adoro Cádiz y sus playas ventosas, por si no se me ha notado.

miércoles, 13 de julio de 2011

2020

Pongamos que vivo en una ciudad donde las niñas ya no quieren ser princesas y a los niños les da por perseguir el mar dentro de un vaso de ginebra. Pongamos que además tiene una deuda de 6.500 millones de euros y una tasa de paro del 20 por ciento. Pongamos que el 7 por ciento son además jóvenes recién licenciados. Pongamos que hasta los pájaros visitan al psiquiatra. Pongamos que su cielo siempre está contaminado y, a veces, supercontaminado. Pongamos que el mar no se puede concebir. Pongamos que más de un millón de sus habitantes vive bajo el umbral de la pobreza. Pongamos que no tiene "ni un puto duro". Pongamos que nunca ha organizado unos Juegos Olímpicos. Pongamos que, si los organizara, solo la campaña de publicidad costaría 20 millones de euros. Pongamos que, igual, hay gente piensa que no es necesario. Pongamos que, igual, a los que mandan les da igual. Pongamos que hablo de Madrid.

sábado, 2 de julio de 2011

Una hora con Mario

En Intereconomía, esa cadena de televisión, existe un programa que se llama 'Una hora con Mario'. Hasta ahí bueno, ni tan mal. Los problemas empiezan cuando descubres que 'Mario' es Mario Conde, un tipo condenado por estafar más de 600 millones de pesetas (por cierto en su blog él mismo te cuenta su historia, no tiene desperdicio http://www.marioconde.org/blog/autor/biografia/). Ahí ya piensas muchas cosas, entre ellas "menos mal que es una hora y no cinco". Luego ves que la función de Mario es moderar un 'debate' entre seis jóvenes universitarios o recién licenciados. Algún día os diría que lo viérais, aunque sea para echaros unas risas. Yo lo hice ayer, cuando los temas a debatir fueron Bildu y la igualdad de la mujer en España. Con el pijama puesto y tabaco en mano me senté a ver, con mi compañara de piso y madre, lo que prometía ser (y fue) todo un festival del humor.

Los representantes de la juventud española empezaron diciendo que habría que ilegalizar Bildu. Luego eso les pareció poco, así que acabaron diciendo que lo que en realidad habría que ilegalizar son todos aquellos partidos que atentan contra LA UNIDAD DE ESPAÑA, incluyendo, por añadiduría, a los partidos republicanos. "La democracia debe tener límites", dijo uno, en pleno ataque de lucidez. Una chica dijo que oye, que igual Bildu había ganado las elecciones en Euskadi porque había mucha gente que les había votado. Enseguida justificaron ese hecho asegurando la manipulación en el País Vasco, donde los colegios eran como sectas donde se enseña una historia irreal e inventada y para conseguir un trabajo poco menos que tienes que tener tatuada la ikurriña.

Con el segundo tema de la noche, Mario empezó el debate diciendo verdades como puños: "Lo que está claro es que las mujeres se quedan embarazadas y los hombres no", para luego añadir "¿qué harías si sois presidentes de una empresa y todas las directivas son mujeres que, una detrás de otra, se van quedando embarazadas? ¿Cómo le explicas eso a tus clientes?". Los chicos jóvenes no supieron muy bien qué contestar. Las chicas dijeron que por seis meses de baja tampoco se puede no contratar o asceder a una mujer. Ni uno solo le mandó a la mierda.

El programa del ex banquero puede verse los viernes por la noche. De momento tiene éxito de audiencia.

domingo, 26 de junio de 2011

Castillos de cartón/ Mercado de Barceló/ La loca de la casa

Son los títulos de los tres últimos libros que he leído. Los dos primeros de Almudena Grandes, comprados en la Feria del Libro en presencia de su autora, que se congratuló, aunque no me reconoció, o al menos no lo dijo -había estado en su casa, entrevistándola, meses antes-. Pensé que en periodos de promoción son tantas las entrevistas que se hacen que es natural, así que no le di importancia y compré los libros igualmente. El primero, Castillos de Cartón, es una novela de amor y sexo entre tres estudiantes de Bellas Artes en los 80. Se que hay peli, pero mentiría si dijera que la he visto. En principio no me parece una novela muy cinematográfica, pero confieso que me gustan poco los films de los libros que ya he imaginado por mi cuenta. El segundo, Mercado de Barceló, es una recopilación de las columnas de la escritora en el País Semanal desde 1999 hasta 2002. Ambos dos son muy recomendables.

La loca de la casa es obra de Rosa Montero, otra que pone su firma en El País. Se trata de una novela/ ensayo sobre el oficio del escritor. Reflexiones de una periodista escritora o, más bien, escritora periodista que pone con frecuencia a trabajar su imaginación, la que, según Santa Teresa, es "la loca de la casa". Entretiene.

La calle del agujero en la media

YO CONOZCO una calle que hay en cualquier ciudad
y la mujer que amo con una boina azul.
Una calle que nadie conoce ni transita.
Yo conozco la música de un barracón de feria,
barquitos en botella y humo en el horizonte.

Yo conozco una calle que hay en cualquier ciudad.
Ni la noche tumbada sobre el ruido del bar
ni los labios sesgados sobre un viejo cantar
ni el affiche gastado del grotesco armazón
telaraña del mundo para mi corazón.

Ni las luces que siempre se van con otros hombres
de rodillas desnudas y de brazo tendidos.
Tenía unos pocos sueños iguales a los sueños
que acarician de noche a los niños queridos.

Tenía el resplandor de una felicidad
Y veía mi rostro fijado en las vidrieras
Y en un lugar del mundo era un hombre feliz.

¿Conoce usted paisajes pintados en los vidrios
y muñecas de trapo con alegres bonetes
y soldaditos juntos marchando en la mañana
y carros de verdura con colores alegres?

Yo conozco una calle de una ciudad cualquiera
y mi alma tan lejana y tan cerca de mí
y riendo de la muerte y de la suerte y
feliz como una rama de viento de primavera.

El ciego está cantando. Te digo, amo la guerra.
Esto es simple, querida, como el globo de luz
del hotel en que vives. Yo subo la escalera
y la música viene a mi lado, la música.

Los dos somos gitanos de una troupe vagabunda.
Alegres en lo alto de una calle cualquiera,
alegres las campanas con una nueva voz.

Tú crees todavía en la revolución
y por el agujero que coses en la media
sale el sol y se llena todo el cuarto de sol.

Yo conozco una calle que hay en cualquier ciudad,
una calle que nadie conoce ni transita.
Sólo yo voy por ella con mi dolor desnudo,
sólo con el recuerdo de una mujer querida.
Está en un puerto. ¿Un puerto? Yo he conocido un puerto.
Decir: Yo he conocido, es decir: Algo ha muerto.


Raúl González Tuñón, 1930.
 
[[Te echo de menos, papa]]