miércoles, 28 de diciembre de 2011

Un año sin CNN+

Llegué a la redacción y alguien dijo: ¿Sabes que cierra CNN+ y en su lugar ponen Gran Hermano 24 horas? Analizando la pregunta (leedla otra vez, por favor), simplemente no la creí. Pensé que era broma. Más cuando supe que el cierre sería el 28 de diciembre. Inocentes. Somos el país en el que Telecinco es líder de audiencia por las tardes, de acuerdo, de la pandereta, de acuerdo. Pero eso sería demasiado, joder. Os lo habéis tragado. No quise darle más vueltas. Pardillos.

Resultó ser verdad. La pardilla era yo.

Pero creo que no fui la única que el 28 de diciembre, ya después del cese de emisiones, se quedó mirando la pantalla, ya con la sintonía de Gran Hermano, esperando que algo pasara.

De esto, hace hoy justo un año.

Pero oye, ¿cómo fue posible? ¿por qué? ¡Si todo el mundo veía CNN+! ("Sí Lucía, sí. Lo mismito que La 2"). En el último Café&Periodismo del año (un evento que tiene lugar de cuando en cuando, organizado por Millán Berzosa y Barbara Yuste, que reúne a plumillas con el objetivo primordial de que se desahoguen debatiendo -y al que os recomiendo ir si nunca lo habéis hecho-) se intentaron buscar explicaciones:

-"Fue un error comercial".
-"Las cifras de audiencia no llegaban al 0,7%"
-"CNN+ hacía la función de informativo 24 horas. Eso ahora lo hace twitter"
-"Se había convertido en una cadena para periodistas, no puedes pretender que la gente se trague comparecencias de hora y media, por muy en directo que sea".
-"Prisa solo apostaba por Cuatro".

La conclusión, para todos, muy parecida: Había sido una pena.

¿Y qué pasó con los periodistas? Unos recolocados en Cuatro, otros en Telecinco, otros en La Ser. La mayoría, recolocados en el paro.

Y ahora, ADN va y cierra. Otros 60 se quedan sin trabajo.

Nos vamos a la mierda, compañeros.

Estoy pidiendo a gritos una manifestación de plumillas.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Celebrando la Constitución

LUNES. La funcionaria que necesito no puede atenderme. Está de puente. Luego luces. Bolsas. Coches. Gente. Prisas por comprar, comprar, comprar, comprar. Atascos al andar. Iros. No hacen caso, me voy yo. Al estar volviendo veo a Manuel que, sentado en el banco con el cartón de vino, no tiene prisa. Se le cruza un gato negro. Otra vez. "Ocho veces van ya", grita, para que le oiga quien quiera oírle.

MARTES. Están 'okupando' edificios. No, no, no trabajo. Estoy de puente frustrado. Pero lo retuiteo, por si sirviera. Coches, gente, luces, al centro de nuevo. Ups, olvidé el móvil. No pasa nada, presumo de memoria bebiendo cerveza. Al volver, no hay nadie. Demasiado tarde. Demasiado frío. No veo a Manuel ni al gato. Estoy borracha.

MIÉRCOLES. Escribo cartas que no mando. Porque no se las merecen o porque estaría feo. Prefiero bailar salsa que ir a la piscina. "Brillante alumna", dice el cubano. Sonrisas. He practicado en casa, pero no se lo digo. Vuelvo y sigo escribiendo. Pero ya no son cartas, es un proyecto secreto. Veo fotos de mí misma, feliz e indocumentada. Lloro un poco. Hoy fumo mucho. Pero solo después de cenar. ¿Qué hora es? Las tres y media. Los ojos duelen.

JUEVES. Manu Chao me acompaña en el desayuno. Mama está contenta. Y yo más. Leo lo que escribí ayer. "Menuda pedazo de mierda". Lo borro sin contemplaciones. Voy casi corriendo en el Metro, hasta que recuerdo que no tengo prisa. Entonces camino despacio. En el centro, otra vez luces, coches, gente. Compras. Cristo no os ama, ¿de verdad no os dáis cuenta? Entro al cine, gran película. Al volver, Manuel mantiene una acalorada conversación con el gato negro.

VIERNES. Trabajo. Estudio la LO 5/2000 y sus posteriores modificaciones -7/2000, 9/2000, 15/2003 y 8/2006-. Creo sinceramente que la ley del menor no tiene secretos para mí. Lamento lo poco que esta sociedad valora ese conocimiento. Siesta. Salimos, suena salsa. Pienso en el cubano, pero no bailo. Compro tabaco. Vuelvo en taxi, estoy borracha. Y al llegar a casa, joder qué guarrada sin tí. Y al día siguiente...

SÁBADO. Ibuprofenos, con ese. Frente al espejo, no me gusta lo que veo. Casi nunca me gusta. Voy a comprar. Imposible más gente, imposible. Desesperación. Baldomera ha empeorado. Le pregunto que si tiene frío y que qué le duele, pero no quiere hablar de eso. Quiere hablar de cuando vivía en el pueblo. Y de eso hablamos. Volviendo veo al gato. Está solo, comiendo de un cuenquito hecho con papel Albal.

DOMINGO. Paso la mañana escribiendo un recurso para que la funcionaria que necesito lo flipe mañana. Hago referencia a tres leyes distintas que sospecho no conocerá. Practico salsa, con mi compañera de piso y la música a todo volumen, en la habitación. Creo que a los vecinos de abajo no les hace feliz nuestra nueva afición. Hoy, por fin, reconozco lo mucho que me jodió que Ricky Martin fuera gay. Pero ya está. Superado. Lucía: empieza tu nueva vida. Aunque bueno, estoy borracha.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Por hache o por be

Dicen que Ortografía siempre se suspende "por hache o por be". De ahí la expresión. Sin embargo, las haches y las bes no son tan conflictivas como nos enseñaron. No crean polémica. Están superadas. Otras letras y reglas gramaticales ocasionan pequeñas discusiones lingüísticas con mucha más frecuencia. Aquí un par de ejemplos:

Ejemplo número 1:

-Tía, estoy rallada.
-Querrás decir que estás rayada, con i griega.
-No, no, rallada es con elle.
-Yo me rayo con i griega, claramente.
-Que no hombre, no te equivoques... vamos a ver el diccionario.
(segundos después)
-"Rallar: 2. tr. coloq. Molestar, fastidiar con importunidad y pesadez".
-Ya pero eso es cuando alguien te ralla a ti. Cuando te están molestando. Tú te refieres a que estás rayada de estar dándole vueltas a la cabeza a algo. Como cuando un disco se raya de oírlo muchas veces.
-Eso no viene en el diccionario.
-Hay muchas cosas que en el diccionario no vienen, eso es así.
-Bueno vamos a ver. En 'rayar' la décima acepción dice: "prnl. coloq. Arg., Chile y Ur. enloquecer (? volverse loco)".
-Pero eso en todo caso será en Argentina, Chile y Uruguay. Esto es España. Además, tú no quieres decir que estés enloqueciendo, simplemente que estás pensando mucho en algo y no sabes qué hacer. No hay ninguna acepción que diga que rayarse es comerse la cabeza.
-No sé... 
-Es que la palabra rallar de la manera que tú la quieres utilizar no existe. Quiero decir, sí que existe, pero es lenguaje vulgar que no viene en la RAE.
-¿Y entonces?
-Que lo escribas como te salga del higo.
-Pero yo quiero escribirlo bien.
-Pero vamos a ver. ¿Cuándo tienes que escribir eso? No lo irás a poner en ningún artículo...
-¿Quién sabe? A lo mejor sí. A lo mejor un día lo tengo que escribir y quiero que esté bien.
-Pues arriésgate. Además, todo el mundo tiene faltas. Todo el puto mundo. Hasta los que  creen que no tienen faltas, tienen.
-Vale pero a ver, en conclusión yo creo que si alguien me ralla a mí es con elle, pero si yo me rayo sola es con i griega.
-Suscribo.
-Pues eso.
-Pues muy bien.
-Pues bueno. Y... ¿qué te pasaba?

Ejemplo número 2:

Cinco redactores trabajando a destajo.

-Una pregunta, ¿Reyes Magos es con mayúscula o minúscula?
-Con mayúscula.
-Qué va, con minúscula.
-¿Qué pasa con los Reyes Magos?
-Nada que estoy escribiendo la noticia de que el Ayuntamiento se carga todas las cabalgatas de los distritos menos cuatro.
-¿La de Fuencarral también?
-No, es una de las cuatro que sobrevive, tranquila.
-Reyes Magos no puede ser con mayúscula porque hasta rey de España es con minúscula.
-¿Y eso que tiene que ver?
-Que los cargos son en minúscula.
-Si Gallardón no recortara en cabalgatas no estaríamos hablando de esto.
-Los Reyes Magos no son un cargo, ese es el nombre. Tiene que ser con mayúscula. Fijo.
-Los nombres son Melchor, Gaspar y Baltasar. Su cargo es el de reyes magos, con minúscula.
-Que no hombre que no. Reyes Magos es el nombre del conjunto de reyes.
-No tiene sentido.
-Yo lo escribiría en minúscula.
-Preguntemos a la Fundéu. Y a la RAE.

(Vía twitter contestan rápido)

-Nada, las dos coinciden en que es con mayúscula. Pero no explican por qué.
-¿Véis?
-Pero no lo entiendo. No tiene sentido. ¿Son los Reyes Magos más importantes que el rey Juan Carlos?
-Claro que sí. Los Reyes Magos le gustan a todo el mundo. Juan Carlos no.
-No sé... mi lado republicano está en conflicto con mi lado ateo.
-Es que deberían ser con minúscula.
-No, porque es el nombre del conjunto, como ya he dicho.
-Es como si dices Ratoncito Pérez.
-Pero ahí sí está claro que es el nombre.
-O Blancanieves y los Siete Enanitos.
-Ahí si que no. Siete enanitos es con minúscula, ¡hombre!
-Pero si te refieres a esos siete en concreto creo que...

Sale el jefe e interrumpe la discusión:

-¿Nadie tiene pensado trabajar hoy?

Silencio.

-Pues veniros al despacho que os enseño unas fotos de mi nieta.

... Y si el jefe nos dice "ven", lo dejamos todo.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Lucía y el sexo

Y entonces se fue.

Ese es el final de una larga, interminable, historia. Antes pasaron muchas otras cosas. Todo empezó cuando… ¿perdón? Ah, ¿que no les interesa? No, no, no. Esperen. Solo estaba intentando hacer un flashback de esos. Les prometo que hay sexo. Acción, aventura, riesgo. Misterio. Pasiones, desdichas. ¿Aún no? Muchísimo sexo. No, no. Solo la parte del sexo no vale. Si lo quieren saber, tiene que ser todo. ¿No tienen tiempo? Siempre con las malditas prisas. Qué vidas más ajetreadas, permítanme que les diga.

Está bien, me debo a mi público. Contemos la parte del sexo, viciosillos. La primera vez fue muy especial. Pongamos que fue, no sé, en noviembre. ¿Qué? Oigan, cálmense. Vale, vale, voy directamente a los polvos salvajes. Allá vamos.




En realidad me da reparo. Esas cosas no las cuenta una, ¿no? Son personales y tal. Ya, ya, ya. Siempre estoy contando cosas personales. Expongo en público mi vida privada, ya, ya lo sé. Y a nadie le importa, ya, ya. También lo sé. Bueno pero yo que sé. Tampoco sean tan negativos. A lo mejor hay alguien que se entretiene. Y tampoco es en público en público. No sé, es en Internet. Ese ente. No le doy la brasa a nadie. Quien quiera puede irse. ¿Cómo? Ah sí, el sexo. Disculpen que me disperse.

Me he metido en un jardín del que no se salir (“En qué jardines te metes, hija”, “qué razón tienes, mama”) Al principio de la entrada parecía una buena idea. Quería subir las visitas. No me digan que el titular no tiene gancho. Los titulares con palabras golosas convierten a sus noticias en las más leídas del día. Soy absolutamente consciente de que hubo alguien que pinchó esperando encontrar fotos de Paz Vega desnuda. Por ellos, por ustedes, voy a colgar un enlace directo a Google Imágenes. (Aquí lo tienen)

Ahora la decepción es menos, ¿no?

Porque, sí, lo han adivinado. No voy a hablar de los recuerdos de mi vida sexual. Me gustan demasiado como para compartirlos. Insúltenme si quieren (pero recuerden que ustedes fueron los que no quisieron escuchar la parte no sexual de la historia, yo estaba dispuesta a escribir cosas interesantes). Pueden hacerlo en los comentarios. Yo ahora, como este es mi blog, dejo de escribir, cojo y me voy.

Besitos.