domingo, 27 de septiembre de 2009

Gordos


El otro día fui al cine y vi la de ‘Gordos’. Había leído buenas críticas y a mí por lo general me gusta ver cine español. Carlos Boyero y Javier Ocaña en El País, M. Torreiro en Fotogramas o Carlos Marañón en Cinemanía escribieron más o menos bien sobre ella.
Pues bien. Yo que soy muy sincera, si no cuando hablo al menos sí intento serlo cuando escribo, tengo que decir que a mí me pareció –hablando en plata- una soberana mierda. En especial me pone bastante nerviosa la historia del gay gordo y putero, interpretado por Antonio de la Torre, a quien cogí manía nada más empezar el film. Tópicos, moralinas absurdas, sexo desagradable y continuo, incapacidad de emocionar. A pesar de que tiene algún que otro punto gracioso al final, después de dos horas interminables, el mensaje que a mí me dejó la obra fue un simple “si eres gordo estás jodido”.
En fin... una decepción. Oye y no penséis que esta crítica tiene algo que ver con mi ya reconocida manía en este blog a los gordos porque no es así, eh?
 
Otra cosa. Os recomiendo el artículo de Almudena Grandes que publica hoy El País Semanal: El talento de la inspectora Fernández, muy bueno!!

domingo, 20 de septiembre de 2009

Yo también sobreviví a una Noche en Blanco



Ayer estuve a punto de morir de asfixia en la línea 1 de Metro. Contaré desde el principio cómo llegué a tan trágica situación. Salí con la intención de ver qué se cocía en la Noche en Blanco, esa ‘fiesta cultural nocturna’ que se inventó el Ayuntamiento en 2006 supongo que con buena intención y que, por unos motivos o por otros, aún no había tenido ocasión de conocer.

A las 9.00 horas ya se notaba en La Latina que por allí había mucha más gente de lo normal para ser sábado. Pero bueno, cenamos, nos bebimos ‘los melones de Lu’ y nos echamos unas risas. No descubrí cuál había sido mi primer error hasta que no salí a la calle ya un poquito mareada. Me había puesto tacones. Y no unos medianitos, no. Me había puesto los más altos del armario.

Nuestro destino era la Puerta del Sol, donde habíamos quedado. Miré a mis tacones y mentalmente les dije: “yes, we can”. Al atravesar la Plaza Mayor vimos que regalaban globos blancos con frases tipo: “Perdona por pedirte peras, no sabía que eras un olmo” y otras tonterías por el estilo. La plaza estaba muy bonita, eso sí. Nos costó un buen rato salir de allí y llegar a Sol y aquí ya el abarrotamiento de gente empezó a ocasionarnos algún que otro problema para respirar.

Una vez llegamos a nuestra meta paseamos un rato viendo bandas tocando en la calle y una cabra vestida de mujer, por ejemplo. Durante el paseo mantuve una intensa conversación con mis pies: "¿Por qué nos has hecho esto? ¿Tenías pensado andar tanto?", decían ellos. "Lo siento", les contestaba yo. "Siempre nos haces lo mismo..." replicaban. "No es verdad", me defendía. La conversación se vio interrumpida porque alguien propuso dejar de andar e ir a un garito. Mis pies y yo aplaudimos la idea. Estuvimos allí bebiendo y echándonos unos bailes hasta que yo solita decidí abandonar la fiesta porque ya no eran sólo mis pies los que hablaban, sino que empezó a hablar también mi bolsillo.

Y aquí es cuando llegamos al punto en el que os cuento como puede alguien tener una experiencia cercana a la muerte en el Metro de Madrid: Línea 1. La trágica situación se produce en la estación de Gran Vía. Una avalancha de gente se sube al vagón. Literalmente me entierran bajo ellos. Han cerrado las puertas, no se aún cómo han podido. No hay oxígeno, claramente no lo hay. Un chico me ha puesto el codo en la cara y no lo puede mover porque el pobre también está totalmente inmovilizado. Pero mis tacones me salvan la vida. Gracias a ellos soy más alta que mucha gente y puedo asomar la cabeza para respirar. A pesar de ello parece una situación momentánea y mi instinto de supervivencia me obliga a bajarme en la siguiente parada aunque no era la mía. Oh sí. Estoy salvada.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Qué hacemos con... ¿las putas?

Acabo de terminar de leerme el periódico y veo que todavía se sigue hablando mucho de lo de las putas de Barcelona (sexo en la calle, a la vista de los vecinos). El caso es que se ha reabierto el debate sobre la prostitución. Un problema creado, una vez más, única y exclusivamente por los hombres. Como la mayoría de problemas del mundo en el que vivimos, por cierto. ¿Por qué hay putas? Porque hay hombres que pagan por ellas.¿Qué pasaría si no hubiese? Que habría más violaciones, probablemente. ¿Por qué no legalizarlo entonces? Porque es imposible en el siglo XXI legalizar, como si fuese un empleo, la explotación sexual de la mujer. ¿Y qué hacemos? Pues nada, seguir así.
 
Tenemos que seguir porque hay que ‘comprender’ que hay hombres que necesitan que se la chupen de vez en cuando. Y las mujeres en parte nos callamos porque no queremos que nos violen si no. Porque ellos tienen unas necesidades y unos impulsos animales que nosotras no tenemos –JA, JA, JA-. Así que así estamos. De verdad, si me dejaran... cuánto pene cortaría!

lunes, 7 de septiembre de 2009

Blowin' In The Wind

 
Aquí va una canción a la que me he aficionado mucho últimamente... 

How many roads must a man walk down
Before you call him a man?
Yes, 'n' how many seas must a white dove sail
Before she sleeps in the sand?
Yes, 'n' how many times must the cannon balls fly
Before they're forever banned?
The answer, my friend, is blowin' in the wind,
The answer is blowin' in the wind.
How many years can a mountain exist
Before it's washed to the sea?
Yes, 'n' how many years can some people exist
Before they're allowed to be free?
Yes, 'n' how many times can a man turn his head,
Pretending he just doesn't see?
The answer, my friend, is blowin' in the wind,
The answer is blowin' in the wind.
How many times must a man look up
Before he can see the sky?
Yes, 'n' how many ears must one man have
Before he can hear people cry?
Yes, 'n' how many deaths will it take till he knows
That too many people have died?

The answer, my friend, is blowin' in the wind,
The answer is blowin' in the wind.
 Bob Dylan, 1963
¿Cuántas preguntas incontestadas pueden lanzarse al viento?
Le preguntaré a mi bola de cristal...

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Periodista sin trabajo


Ya se que no es muy original. De hecho, con más de 3,5 millones de personas, estar en el paro se ha convertido en la profesión más normal del país (según datos de hoy mismo). Acabo de volver a Madrid –ya para quedarme se supone- y, habiendo estado ocho meses fuera, la impresión que tengo es que España está cogiendo una fama un poco mala por ahí en lo que al paro se refiere. En todo este tiempo me han soltado comentarios del tipo: “Ah, ¿eres española? He oído que el tema del trabajo por allí está fatal no?” o: “En tu país estáis muy mal con lo de la crisis no? Vi en las noticias que tenéis la tasa de desempleo más alta de Europa...” y hasta incluso: “Yo creo que los a los españoles os gusta mucho dormir y poco trabajar”. El colmo fue un día que una chica IRAQUÍ de mi clase me dijo: “Oye Lucía, ¿es verdad que en España todo el mundo se está quedando sin trabajo?” Bueno ahí ya tuve que morderme la lengua para no decirle: “Sí, es verdad. ¿Y es verdad que en tu país hay atentados y muertos civiles un día sí y otro también y esa es la razón por la que vives aquí desde el 2003? Tienes miedo de morir, eh pillina???” Y es que si nos ponemos a resaltar los defectos de cada país...
 
El caso es que como sigamos así España va a acabar siendo conocido como ese país en el que hace sol, se sobrevive a base de paellas, tortillas de patatas y calimocho, se baila flamenco, hay corridas de toros y la gente no trabaja... Bueno que me lío. Que si alguien sabe de algún curro que esté bien que me avise! No tengo ni casa ni hijos, pero sí un crédito que pagar y muchos cursos que hacer... 

Por cierto, a lo mejor alguien se ha dado cuenta de que he 'redecorado' mi blog: Nuevos colores, nueva información de perfil... Y es que me he propuesto en los próximos días cuidar un poquito más esta página, que la he tenido muy abandonada durante el verano. Besines de una periodista sin trabajo (pero feliz porque ya está de nuevo en casa)!