domingo, 26 de junio de 2011

Castillos de cartón/ Mercado de Barceló/ La loca de la casa

Son los títulos de los tres últimos libros que he leído. Los dos primeros de Almudena Grandes, comprados en la Feria del Libro en presencia de su autora, que se congratuló, aunque no me reconoció, o al menos no lo dijo -había estado en su casa, entrevistándola, meses antes-. Pensé que en periodos de promoción son tantas las entrevistas que se hacen que es natural, así que no le di importancia y compré los libros igualmente. El primero, Castillos de Cartón, es una novela de amor y sexo entre tres estudiantes de Bellas Artes en los 80. Se que hay peli, pero mentiría si dijera que la he visto. En principio no me parece una novela muy cinematográfica, pero confieso que me gustan poco los films de los libros que ya he imaginado por mi cuenta. El segundo, Mercado de Barceló, es una recopilación de las columnas de la escritora en el País Semanal desde 1999 hasta 2002. Ambos dos son muy recomendables.

La loca de la casa es obra de Rosa Montero, otra que pone su firma en El País. Se trata de una novela/ ensayo sobre el oficio del escritor. Reflexiones de una periodista escritora o, más bien, escritora periodista que pone con frecuencia a trabajar su imaginación, la que, según Santa Teresa, es "la loca de la casa". Entretiene.

La calle del agujero en la media

YO CONOZCO una calle que hay en cualquier ciudad
y la mujer que amo con una boina azul.
Una calle que nadie conoce ni transita.
Yo conozco la música de un barracón de feria,
barquitos en botella y humo en el horizonte.

Yo conozco una calle que hay en cualquier ciudad.
Ni la noche tumbada sobre el ruido del bar
ni los labios sesgados sobre un viejo cantar
ni el affiche gastado del grotesco armazón
telaraña del mundo para mi corazón.

Ni las luces que siempre se van con otros hombres
de rodillas desnudas y de brazo tendidos.
Tenía unos pocos sueños iguales a los sueños
que acarician de noche a los niños queridos.

Tenía el resplandor de una felicidad
Y veía mi rostro fijado en las vidrieras
Y en un lugar del mundo era un hombre feliz.

¿Conoce usted paisajes pintados en los vidrios
y muñecas de trapo con alegres bonetes
y soldaditos juntos marchando en la mañana
y carros de verdura con colores alegres?

Yo conozco una calle de una ciudad cualquiera
y mi alma tan lejana y tan cerca de mí
y riendo de la muerte y de la suerte y
feliz como una rama de viento de primavera.

El ciego está cantando. Te digo, amo la guerra.
Esto es simple, querida, como el globo de luz
del hotel en que vives. Yo subo la escalera
y la música viene a mi lado, la música.

Los dos somos gitanos de una troupe vagabunda.
Alegres en lo alto de una calle cualquiera,
alegres las campanas con una nueva voz.

Tú crees todavía en la revolución
y por el agujero que coses en la media
sale el sol y se llena todo el cuarto de sol.

Yo conozco una calle que hay en cualquier ciudad,
una calle que nadie conoce ni transita.
Sólo yo voy por ella con mi dolor desnudo,
sólo con el recuerdo de una mujer querida.
Está en un puerto. ¿Un puerto? Yo he conocido un puerto.
Decir: Yo he conocido, es decir: Algo ha muerto.


Raúl González Tuñón, 1930.
 
[[Te echo de menos, papa]]

lunes, 6 de junio de 2011

Asamblea en la plaza Islas Azores. Blog.

Ya se ha creado el blog de las asambleas en la plaza de las Islas Azores (Fuencarral-El Pardo). La dirección es asambleafuencarralmadrid.wordpress.com. Servirá para subir las noticias, actas de las asambleas y convocatorias generales.

-Las asambleas populares, plaza a plaza

Saludos.