domingo, 13 de febrero de 2011
Estudiar los domingos
Me levanto a las 12.30. Uy qué tarde. Tengo que ponerme con el trabajo pero ya. No puedo seguir retrasándolo. Bueno, primero voy a desayunar, que si no, no rindo bien. Venga enciendo el ordenador. Voy a recoger un poco, que así con tanto descontrol no hay quien se concentre. Y un poco de música para amenizar. María Jiménez. Ya que estoy, barro y friego la habitación que entre semana nunca lo hago. ¿Qué hora es? las 13.30. Joder, y hoy es domingo. Voy a bajar a comprar el periódico antes de que se acabe. El País Semanal viene con un especial de los Goya. Me lo voy a leer ahora que mañana ya, cuando se sepa todo, no va a tener gracia. Me lo leo y me pongo con el trabajo. Muy buenas las columnas de Javier Marías y Almudena Grandes. Ahora sí que me siento. Miro el correo, y el facebook y el twitter. Comento tres o cuatro cosas. Joder qué lenta va la conexión. Esto de seguir gorroneando el Wi-Fi del vecino se va a tener que acabar. Bueno no, que no tengo un duro. Viene mi madre. Hija me quiero ir un fin de semana a casa de Lourdes, mírame billetes por Internet. ¿Ahora? Venga va, que las ofertas si no, se acaban. Ya está. Dos billetes para Palma. La comida ya está. Joder qué manera de perder el tiempo. Bueno, como y luego ya toda la tarde del tirón. Y un piti, que no he fumado en todo el día. Me conecto. Oye voy a contestar emails pendientes. Voy a enviar las fotos de Londres y a retocarlas un poco. Saco el libro. Abro el archivo. Solo me quedan las conclusiones, en verdad tampoco es para tanto. No sé qué concluir. Bueno si sé, pero no cómo explicarlo. Voy a escribir en el blog, a ver si me inspiro. Suena el teléfono. Me proponen una de cine& cañas. Hace mucho que no voy... venga, me ducho y ya mañana sin falta me pongo en serio.
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1 comentario:
Una verdad como un templo.
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