Una tarde de 1995, de paseo por el centro, nos llevó mi madre a ver la tienda. Se estilaban por entonces las filas de auriculares donde podías escuchar las novedades del momento. Ali, mi hermanita, estaba cansada, se puso protestona y, para evitar probables llantinas, la pusimos a escuchar un disco cualquiera. Como media hora estuvo la niña con la misma canción allí solita. Dio la casualidad que era la más famosa de Ketama, cuyo estribillo dice:
No estamos locos
que sabemos lo que queremos
vive la vida
igual que si fuera un sueño
pero que nunca termina
que se pierde con el tiempo
y buscaré, oye pero buscaré
que sabemos lo que queremos
vive la vida
igual que si fuera un sueño
pero que nunca termina
que se pierde con el tiempo
y buscaré, oye pero buscaré
La niña, con cinco años, se lo aprendió. Para qué quisimos más. Primero días, después semanas, cada día cantaba ( y bailaba) mañana, tarde y noche el 'no estamos locos'. "Yo quiero el disco de Ketama", "Ketama es mi grupo favorito", repetía.
Ahora, que ya se ha hecho un poco mayor y Ketama no es su grupo favorito, está de Erasmus en Roma. Por lo que se ve tiene tiempo libre y se ha hecho un blog. Me he acordado de esta historia al ver el título:
Igual que si fuera un sueño
FOTO: Ali, con 21.
Por cierto, consiguió el disco.
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