lunes, 6 de agosto de 2012

Un artesano de Mostar

No le pregunté si era musulmán, católico o ortodoxo. Estoy un poco cansada de hacer preguntas. En vacaciones, mejor que cada uno me cuente lo que quiera. Aun sin preguntas dijo ser musulmán. En Bosnia-Herzegovina ese tema sale solo, como si fuera el nombre, la edad o la profesión. Va incluido en la carta de presentación. También sin preguntas comentó que le gustaba trabajar en bronce. Que había aprendido la técnica de su padre, aunque, con los años, había desarrollado sus propios diseños para pendientes, collares y pulseras, no así para los grabados. Al principio hablamos en inglés. Un poco más tarde, al mencionar que era madrileña, cambiamos al castellano. No le pregunté por qué lo hablaba, casi, a la perfección. Pedí permiso para hacer unas fotos. Y luego hablamos de muchas más cosas que no contaré. 

 
 
 

Joder, es que estaba de vacaciones :-)

(Podéis encontrar estas bonitas pulseras en una tienda pequeña junto al puente de Mostar)

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