Lei la novela de Patrick Süskind como a los 13. Aún recuerdo la sensación de malestar unida al morbo de seguir leyendo. El protagonista me repugnaba. Era un jorobado harapiento que, como un perro, olisqueaba todo y a todos.
Ayer o así vi la adaptación al cine que se hizo en 2006. Sorprendentemente, el protagonista no me repugnó. De hecho, considero a Ben Whishaw bastante atractivo. El típico jovencito delgaducho con cara mona. Por lo demás, el film es fiel al texto. Cuenta la historia de cómo Jean Baptiste Grenouille, abandonado en la basura al nacer pero dotado con un excelente olfato, sobrevive en la Francia del XVIII.
El personaje se obsesiona por la ausencia de olor propio y comienza una serie de asesinatos a vírgenes para arrebatarles su esencia y crear un perfume que conquiste a todos. Todo ello se intercala con detalles del mundo de los olores, algún punto de humor y orgías surrealistas.
A la peli le pongo un 7. Pero, una vez más, me quedo con el libro.
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