"Movió vagamente el brazo para designar el espacio que se abría a su alrededor, un reino tan mísero, y siguió hablando, pero yo ya no la escuchaba, cuando las tetas me crezcan del todo me compraré sujetadores de encaje transparente con flores bordadas de muchos colores, me decía, muy horteras, pero preciosos, y me pondré medias negras con una costura atrás, tan fina que sea casi imposible llevarla recta, y zapatos de tacón alto, altísimo, eso haré, me pintaré los labios de rojo oscuro, y tendré la piel muy suave y oleré bien, muy muy bien, como huele mamá ahora, y los tíos se desplomarán a mis pies, todos los tíos, y yo me portaré fatal con ellos, lo siento, pero eso es lo que voy a hacer, coquetear con todos a la vez, y luego, si no llega alguno que sea estupendo, pero estupendo del todo, de verdad, como los novios de las películas, escogeré al que tenga un descapotable, rojo, si puede ser, o amarillo, a lo mejor..., no, me apetece más ir en un escapotable rojo, con un sombrero, y un pañuelo de puntas muy largas enrollado en el cuello, y unas gafas de sol enormes, oscuras..."
Acabo de terminar de leer 'Modelos de mujer', un libro de cuentos cortos de Almudena Grandes (1996) en los que todas las protagonistas son mujeres. Este fragmento pertenece al de 'Bárbara contra la muerte'. Aquí una niña piensa en cómo será su vida mientras una monja la regaña. Os lo recomiendo.
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