miércoles, 13 de julio de 2011

2020

Pongamos que vivo en una ciudad donde las niñas ya no quieren ser princesas y a los niños les da por perseguir el mar dentro de un vaso de ginebra. Pongamos que además tiene una deuda de 6.500 millones de euros y una tasa de paro del 20 por ciento. Pongamos que el 7 por ciento son además jóvenes recién licenciados. Pongamos que hasta los pájaros visitan al psiquiatra. Pongamos que su cielo siempre está contaminado y, a veces, supercontaminado. Pongamos que el mar no se puede concebir. Pongamos que más de un millón de sus habitantes vive bajo el umbral de la pobreza. Pongamos que no tiene "ni un puto duro". Pongamos que nunca ha organizado unos Juegos Olímpicos. Pongamos que, si los organizara, solo la campaña de publicidad costaría 20 millones de euros. Pongamos que, igual, hay gente piensa que no es necesario. Pongamos que, igual, a los que mandan les da igual. Pongamos que hablo de Madrid.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pongamos que tienes toda la razón del mundo.

Alex dijo...

Si votar sirviera para algo estaría prohibido.