jueves, 18 de agosto de 2011

JMJ. Día 3: La juventud del papa

Ayer no puede escribir en el blog la crónica del día 2 de la JMJ. Sí conté sin embargo la manifestación laica en el periódico donde trabajo (y a través del #17A en twitter).(http://madridiario.es/2011/Agosto/canal-social/206368/marcha-laica-jmj-atea.html02). Lo que allí viví me hizo sacar parte de lo peor de mí. Odio, tirria, intolerancia. Quería que los jóvenes del papa se fueran de la que en aquel momento consideraba 'mi' plaza en 'mi' ciudad. Sentía impotencia al ver cómo la Policía protegía a los católicos peregrinos, diciendo así sin decir quiénes eran para ellos los buenos y quiénes eran los malos. ¿Protegerles de qué? Nadie iba a hacerles ningún daño. Impotencia también sentí al ver la superioridad moral que creen poseer los seguidores del señor Ratzinger. Presumiendo de una supuesta bondad que no deja de ser un ejercicio de hipocresía multiplicado por cien mil. Esa actitud de soberbia entre chavales tan jóvenes asusta.

Podría enumerar cada una de las incongruencias de la Iglesia Católica pero creo que ya son de sobra conocidas (¿Cómo una religión que predica la humanidad, el perdón, la misericordia y la igualdad entre todas las personas puede condenar al fuego eterno a homosexuales, putas, abortistas, apostatas y ateos? ¿Cómo si predican la humildad su jerarquía vive entre oro?).

Pero no, hoy ese no es el tema. Prefiero hablar de los fans de Benedicto que son los que abarrotan Madrid. "Esta es la juventud del papa", gritaban ayer chicos y chicas de no más de 20 años desgarrándose la garganta en Sol. Tienen toda la razón. Son ellos. A lo que yo añado: "Afortunadamente solo del papa". Porque la juventud del papa es la juventud aborregada, la que se deja llevar, la que parece no pensar por sí misma, la que no cuestiona. La que hace lo que le dicen. La que dificulta el progreso, la que va contra la libertad. LA JUVENTUD QUE NO CAMBIARÁ EL MUNDO. Lo bueno es que son la minoría.

Yo hoy prefiero acordarme de esta otra juventud:



"La juventud siempre empuja,
la juventud siempre vence,
y la salvación de España
de su juventud depende".
 Miguel Hernández.

9 comentarios:

Antonio Rodilla dijo...

¿Vas a dar algún argumento o te quedas tan pancha?

Lucía dijo...

Me quedo tan pancha. Es lo bueno que tiene que este sea mi blog personal.

Antonio Rodilla dijo...

Que es personal es evidente. Y no solo el blog. Lo que escribes no parece que esté reflexionado, sino que sale del estómago como una indigestión. Por eso el pensamiento agradece argumentos.

Anónimo dijo...

Me asusta cada vez más cómo personas como tú hablan de TU plaza o de TU ciudad como si de verdad te perteneciera... Curioso es ver cómo te apropias de algo tan intrínsecamente católico como es la definición de propiedad privada, sin la que ningún avance social sería posible, para justificar que los demás no puedan utilizarla. Es una pena, o más bien un peligro, pero no dejaréis de ser totalitarios nunca. Daríais miedo si fuéseis muchos. Espero que sigáis siendo los cuatro gatos mal avenidos que sois.

Sin ningún argumento y con la mala baba más visceral llamas aborregados a quienes no piensan como tú. Gran demostración de tolerancia y de algo tan importante: respeto.

Sólo espero que las ideas por las que luchas, que son las que han llevado SIEMPRE a más desigualdades sociales entre PERSONAS, que es lo único que importan y no las clases sociales, acaben por ser repudiadas por toda la gente.

Pero ahora veo que el nombre de tu blog a lo mejor indica que no hay que hacerte caso. No te lo haré, lo has conseguido.

Un saludo

Lucía dijo...

No pretendo que me hagas caso anónimo. No intento dar ejemplo de nada. Solo decirte que si te has leído bien lo que escribo digo: "Lo que allí viví me hizo sacar parte de lo peor de mí. Odio, tirria, intolerancia. Quería que los jóvenes del papa se fueran de la que en aquel momento consideraba 'mi' plaza en 'mi' ciudad". Eso es lo que me irrita, que me hagan tener esos deseos, con sus provocaciones. Obviamente no pienso que esa plaza (ni niguna otra) sea mía.

Otra cosa, no llamo aborregados a los que no piensan como yo, se lo llamo a los que no piensan por sí mismos y, como borregos, se dejan llevar.

Antonio Rodilla, no hace falta que me leas si no te gusta, pero de momento no entra dentro de mis planes cambiar mi forma de escribir y menos, como ya te he dicho, en mi blog personal.

Antonio Rodilla dijo...

Lucía, antes de nada, quiero decirte que nada más lejos de mi intención que intentar cambiar tu forma de escribir. Ni aquí ni en ningún sitio.

Te leo aunque no esté de acuerdo porque leo tu trabajo. Te sigo en Twitter aunque no piense como tú, al menos, no de una forma tan visceral. Y te sigo por un solo motivo: creo que haces bien tu trabajo. Y mira que es difícil encontrar hoy en día a gente así.

Por eso seguiré opinando aquí sin intención, nunca, de atacarte. Por supuesto, agradeceré tus respuestas. El bloguero agradece los comentarios tanto como los comentaristas agradecen las respuestas del bloguero.

Igual me pongo falda y a lo loco y hasta te mando un twit.

Lucía dijo...

Muchas gracias Antonio por tu respeto y educación. Igual tienes reazón y soy un poco-demasiado visceral...

Anónimo dijo...

Es cierto que si no profesas un determinado sentimiento o idea expresada en una manifestación te parezca patética y borreguil. La religión, cualquiera que sea supone una elección personal meditada. Ahora viene mi pregunta: ¿Son menos borregos los del movimiento 15 m o los del día del Orgullo? no lo creo. ¿Eres tu la única que has llamado borregos a los peregrinos?, o también sigues una corriente de opinión o una pose. No soy gay y no comparto las ideas del movimiento 15 M, pero no por eso me creo mejor ni pienso que me estén provocando por acampar el Sol o por pasearse medio en pelotas por Madrid. Simplemente pienso que son personas que quieren compartir una parte de su vida con los que piensan que son de su rebaño. La tolerancia no es tolerar a los que piensan como yo sino más bien al contrario.

Lucía dijo...

A la pregunta de si pienso que los del movimiento 15-M o los del Orgullo son menos borregos, la respuesta es SÍ, por razones obvias.

Me parece muy bien eso que dices de que la tolerancia es tolerar a quiénes no piensan como tú. ¿Por qué la Iglesia entonces no tolera los matrimonios homosexuales, por ejemplo? Toleraré la Iglesia cuando la Iglesia tolere la libertad de las personas.