sábado, 10 de marzo de 2012

La noche estrellada

Atrapada por Morfeo me encontraba cuando Van Gogh, el pintor de girasoles, quiso matarme

-Empezaré por cortarte una oreja –amenazó-.
-Tú estás muy loco… ¡déjame! ¡vete! –me defendí– ¿A que voy y me despierto?
-No te despertarás…
-Sí lo haré…
-No lo harás… porque voy a pintarte.
-Ah… ¿ya no me quieres matar?
-Sí, pero primero te pintaré.
-Ni en broma.
-¿Por qué no? Será un honor para ti. Imagínate cientos, qué digo cientos, miles, cientos de miles de personas admirarán tu retrato en museos de todo el mundo. Analizarán cada detalle, pincelada a pincelada –el artista está tremendamente orgulloso de sí mismo, por lo visto-. Serías un cuadro de Vicent Van Gogh.
-No me convence… Esas personas podrían pensar que era puta o campesina, como la mayoría de mujeres que pintabas… 

-¡Psssst! ¡pssst! ¡Lucía!
-¿Es a mí?
-Sí, sí, a ti. ¿No te parece que estás poniendo demasiados puntos suspensivos?
-Mmmm, puede. Es que a veces los puntos a secas parecen demasiado contundentes. La gente no dice las cosas tan contundentemente.
-Tú no dices las cosas de manera contundente, la gente sí.
-¿Sí?
-Sí.
-Vale, me cortaré un poco con los puntos suspensivos, ¿puedo seguir?
-Sigue, sigue. 

-¿Qué tienen de malo las campesinas?
-No sé, no me gustan. Soy más bien urbana, mucho más moderna que todo eso.
-Jajajajaja. ¿Moderna tú? –qué carcajada más malvada, por favor-
-Hombre, soy unos 150 años más moderna que tú…
-Hasta donde yo sé, ‘una moderna’ como mínimo se pinta los labios de rojo, lleva flequillo y bolsos de Marilyn o Audrey, chapas en la ropa, gafas de pasta, zapatos de bailarina, bolsos de colores, horquillas y…
-¡Calla! Qué sabrás tú quién es Marilyn.
-Una rubia que está muy buena, la he visto un par de veces. Entre tú y yo, se lo tiene un poco creído.
-Me lo imaginaba, en realidad…
-Y sé que eres de Fuencarral. Y si al menos fuera de la calle… pero no. Eres de Fuencarral pueblo. Y eso no tiene nada de glamour ni es moderno, permíteme que te diga.
-Oh, qué ataque más gratuito.  Pero oye, en serio, ¿por qué sabes esas cosas?
-Solo sé que no eres ‘una moderna’. He visto que cuando te hacen fotos, siempre miras a cámara, lo que es el colmo de la no modernez.
-¿Adónde quieres que mire?
-No sé, hija. Al infinito, por ejemplo.

-Vale. Ahí se te acaba de ir un poco, reconócelo.
-¿Por?
-Lo de la modernez… en fin. Y además, Lucía, no puedes mencionar Fuencarral en todos tus post, queda mal.
-Pero es que Fuencarral es mi barrio...
-Ya lo sabemos. Lo dices todo el tiempo. Nos ha quedado claro. Así que para ya.
-Si yo no hablo de Fuencarral, ¿quién lo hará? Aunque parezca increíble, no somos tantos los blogueros del barrio.
-Lo que tú digas. ¿Y lo del ataque gratuito? Es hortera.
-No sé, me hace gracia. No había tenido ocasión de utilizar la frase.
-Pero es una estupidez de una serie española cutre.
-Oh, qué ataque más gratuito :)
-… Termina la historia, anda.

-Yo a ti te ‘molo’. No sé por qué atraigo tanto a los holandeses, en serio, siempre me pasa. Va a ser que me veis exótica. Dice mi madre que…
-Qué tonta eres, chata –me corta, pero por ahí ya no paso, me siento ofendida-.
-Y tú qué muerto estás –contraataco con una evidencia-.

El señor Vicent no le ve la gracia y quiere dejar de conversar. Saca entonces unas tijeras muy grandes y afiladas. Comienza la persecución. Corro. Él me sigue a poca distancia. Atravesamos varios campos de vivos colores, austeras habitaciones. También hay almendros en flor, girasoles y campesinas y putas que nos saludan al pasar. Hasta un esqueleto fumando nos dice “hasta luego”. Yo corro, corro y corro, hasta que llego a un sitio, no sé que es, pero caigo. Estoy cayendo… 

Son las 4.30 de un día cualquiera. Despierto de golpe, justo a tiempo para salvar la vida.  Me asomo a la ventana. La noche está estrellada. Y yo tengo ganas de vomitar.

-Bueno, tengo que decirte que estás fatal.
-Pero me quieres, ¿a qué si?
-No te creas.
-A todo esto, ¿tú quién eres?
-Pongamos que soy… tu corrector.
-¿Un hombre?
-No, no. Supongo que tengo que ser mujer. Tú no aceptarías tantas correcciones de un hombre.
-Ahí le has 'dao'.
-Oye, ¿esto lo has soñado de verdad?
-Pues…
-¿Me estás diciendo que has tenido entretenida a toda esta gente con un engaño?
-Yo tampoco diría eso.
-¿Qué dirías?
-¡Viva Honduras!
-¡Lucía!
-...
-Reconoce que has mentido a tus lectores. Ellos confiaban en ti y les estás decepcionando.
-Mentir es una palabra taaan fea.
-Dilo.
-Vale. Me he inventado la historia de Van Gogh. De principio a fin. Es que mis sueños no los cuento en internet, querida. ¿Contenta?
-Un poco.

4 comentarios:

Unknown dijo...

genial!

Airnos dijo...

grande ;)

Solá dijo...

Me encanta leerte. Solá

Gato Molina dijo...

Me encantó este post! usualmente no leo nada de los blogs que me encuentro, ademas por que dí con vos por la imagen de la Noche Estrellada. me gusta tu blog! sos entretenida,te voy a seguir...
buena vibra...