domingo, 20 de marzo de 2011

Indignada

"El poder del dinero nunca había sido tan grande, insolente, egoísta con todos, desde sus propios siervos hasta las más altas esferas del Estado. Los bancos, privatizados, se preocupan en primer lugar de sus dividendos y de los altísimos sueldos de sus dirigentes, pero no del interés general. Nunca había sido tan importante la distancia entre los más pobres y los más ricos, ni tan alentada la competitividad y la carrera por el dinero. El motivo fundamental de la Resistencia fue la indignación. Nosotros, veteranos de la Resistencia y de las fuerzas combatientes de la Francia Libre, apelamos a las jóvenes generaciones a dar vida y transmitir la herencia de la Resistencia y sus ideales. Nosotros les decimos: coged el relevo, ¡indignaos! (...)".

Cuando alguien como Stéphane Hessel (miembro de la Resistencia francesa, apresado por la Gestapo -consiguió escapar de una muerte segura tras cambiar de identidad-, convertido en diplomático y el único redactor vivo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos) llama a la "insurrección pacífica" en un "alegato contra la indiferencia", hay que escucharle.

En Francia el mensaje ha llegado a un millón y medio de lectores. En España ¡Indignaos! tiene prólogo de José Luis Sampedro (otro grande de 93 años). El libro, de solo 60 páginas -se lee en un trayecto en Metro-, es número uno en ventas. Vale solo 5 leuros, 832 pesetas. Maruja Torres lo recomendó la semana pasada. Yo lo recomiendo hoy. Si alguien lo quiere que me lo pida.

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