Y entonces se fue.
Ese es el final de una larga, interminable, historia. Antes pasaron muchas otras cosas. Todo empezó cuando… ¿perdón? Ah, ¿que no les interesa? No, no, no. Esperen. Solo estaba intentando hacer un flashback de esos. Les prometo que hay sexo. Acción, aventura, riesgo. Misterio. Pasiones, desdichas. ¿Aún no? Muchísimo sexo. No, no. Solo la parte del sexo no vale. Si lo quieren saber, tiene que ser todo. ¿No tienen tiempo? Siempre con las malditas prisas. Qué vidas más ajetreadas, permítanme que les diga.
Está bien, me debo a mi público. Contemos la parte del sexo, viciosillos. La primera vez fue muy especial. Pongamos que fue, no sé, en noviembre. ¿Qué? Oigan, cálmense. Vale, vale, voy directamente a los polvos salvajes. Allá vamos.
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En realidad me da reparo. Esas cosas no las cuenta una, ¿no? Son personales y tal. Ya, ya, ya. Siempre estoy contando cosas personales. Expongo en público mi vida privada, ya, ya lo sé. Y a nadie le importa, ya, ya. También lo sé. Bueno pero yo que sé. Tampoco sean tan negativos. A lo mejor hay alguien que se entretiene. Y tampoco es en público en público. No sé, es en Internet. Ese ente. No le doy la brasa a nadie. Quien quiera puede irse. ¿Cómo? Ah sí, el sexo. Disculpen que me disperse.
Me he metido en un jardín del que no se salir (“En qué jardines te metes, hija”, “qué razón tienes, mama”) Al principio de la entrada parecía una buena idea. Quería subir las visitas. No me digan que el titular no tiene gancho. Los titulares con palabras golosas convierten a sus noticias en las más leídas del día. Soy absolutamente consciente de que hubo alguien que pinchó esperando encontrar fotos de Paz Vega desnuda. Por ellos, por ustedes, voy a colgar un enlace directo a Google Imágenes. (Aquí lo tienen)
Ahora la decepción es menos, ¿no?
Porque, sí, lo han adivinado. No voy a hablar de los recuerdos de mi vida sexual. Me gustan demasiado como para compartirlos. Insúltenme si quieren (pero recuerden que ustedes fueron los que no quisieron escuchar la parte no sexual de la historia, yo estaba dispuesta a escribir cosas interesantes). Pueden hacerlo en los comentarios. Yo ahora, como este es mi blog, dejo de escribir, cojo y me voy.
Besitos.
Besitos.
4 comentarios:
Muy bien escrito. El tono dialogante indirecto y la forma de entrar y no entrar en el tema del que no cuentas nada, por cierto,... es gracioso. En la próxima entrada tal vez tengamos algo de sexo explícito y picante ¿o no? Porque a las chicas nunca os gusta contar esas cosas a no ser que sea entre otras chicas, mientras a los hombres les encanta presumir aunque lo que cuenten sean mentiras o exageraciones. Pero hay que tener cuidado que no todo el mundo puede escribir "El lamento de Portnoy" y quedar indemne.
Habrá sexo explícito la próxima vez. (Y por favor, que ahora nadie piense que este anuncio no es más que otra engañosa estrategia de marketing, ¿por quién me toman?)
:)
Mantienes muy bien la expectativa y la curiosidad sobre lo que vas relatando. Tiene ritmo. Me gusta.
Javi Moronatti.
Muy bien Lucia!!!de veras que si, me ha gustado mucho su comentario, es verdad que a veces la ortografía clásica se conoce, pero, no solo saber ortagrafía es saber que antes de B y P se escribe M!!!
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