Pues bien. Yo que soy muy sincera, si no cuando hablo al menos sí intento serlo cuando escribo, tengo que decir que a mí me pareció –hablando en plata- una soberana mierda. En especial me pone bastante nerviosa la historia del gay gordo y putero, interpretado por Antonio de la Torre, a quien cogí manía nada más empezar el film. Tópicos, moralinas absurdas, sexo desagradable y continuo, incapacidad de emocionar. A pesar de que tiene algún que otro punto gracioso al final, después de dos horas interminables, el mensaje que a mí me dejó la obra fue un simple “si eres gordo estás jodido”.
En fin... una decepción. Oye y no penséis que esta crítica tiene algo que ver con mi ya reconocida manía en este blog a los gordos porque no es así, eh?
Otra cosa. Os recomiendo el artículo de Almudena Grandes que publica hoy El País Semanal: El talento de la inspectora Fernández, muy bueno!!
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